Efesios 3:17-19
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
En la entrada anterior vimos algunos atributos incomunicables de Dios, o sea aquellos que le pertenecen únicamente a Èl y que no comparte con nadie más. En esta entrada vamos a estudiar los atributos comunicables, aquellos que Dios forma o comparte con nosotros. Siempre teniendo en cuenta que todos sus atributos existen a un grado incomparablemente mayor que en los seres humanos. Si nosotros tenemos participación en ellos es únicamente por su gracia y siempre sobre el nivel de criaturas.
Vamos a dividir los atributos comunicables en aquellos que:
a) Describen su ser
b) Mentales
c) Morales
d) Propósito
e) Otros
Atributos que describen su ser
1- ESPIRITUALIDAD
Dios es espíritu (Jn 4:24). Él es incorpóreo. No está hecho de materia, no tiene partes ni dimensiones.
La espiritualidad de Dios significa simplemente que Dios es espíritu, es decir, no tiene un cuerpo o forma física (Dt 4:12). Sin embargo existen muchos versículos que en los que se usan características humanas para describirlo (Ex 33:23; Ez 8:1; Is 49:16) En otros se usan figuras retóricas (Sal 91:2-4) Pero estas son solo figuras para especificar la forma en la que Dios está interactuando con alguien.
2- INVISIBILIDAD
Toda la esencia de Dios, todo su ser espiritual no puede ser visto por nosotros (Jn 1:18; 1 Ti 1:17; 1 Ti 6:16;)
Como Dios es espíritu, es invisible a los ojos humanos, pero esto no significa que Él no pueda mostrarse a si mismo o que no pueda ser conocido.
Teofanía: Término que se utiliza para señalar las manifestaciones o apariciones visibles de Dios, perceptibles por los sentidos humanos, ya sea en figura humana o en grandiosos y terribles fenómenos de la naturaleza (Ex 19:16-20)
Ejemplos de manifestaciones en el Antiguo Testamento:
-Abraham (Gn 12:7; Gn 18:1-2)
-Agar (Gn 16:7; Gn 16:13)
-Jacob (Gn 32:24; Gn 32: 28-30)
-Moisés (Ex 3:1-5)
-Moisés con Aarón y sus hijos y setenta ancianos (Ex 24:9-11)
-Moisés y Josué (Dt 31:14-15)
-Josué (Jos 5:13-14)
-Manoa el padre de Sansón (Jue 13:19-22; Jue 13:21-22)
-Gedeón (Jue 6:11-12)
-Job (Job 38:1)
A pesar de que en ocasiones las personas pueden ver manifestaciones físicas de Dios como el ejemplo de Moisés:
Éxodo 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.
Sin embargo aun así Dios no puede ser totalmente visto por nosotros. Veamos lo que Dios le dijo a Moisés:
Éxodo 33:20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Ahora, en el Nuevo Testamento vemos la Encarnación de Cristo (Dios manifestado en carne). El Dios invisible se despojó a sí mismo (Flp 2:7), tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres para para vivir entre nosotros (Mt 1:23). Entonces Jesús es la imagen del Dios invisible (Col 1:15). La mayor revelación se encuentra en la persona de Cristo pues Él es la imagen misma de su sustancia y el resplandor de su gloria, y Él le ha dado a conocer por completo (Hebreos 1:3). Otros versículos (Jn 1:18; Jn 6:46; Jn 14:9; Col 1:15)
Es hermoso e importante destacar el hecho de ver como Dios se hace presente siempre en tiempos difíciles o de debilidad. Ver como ha querido por gracia manifestarse a los hombres a través de la historia.
Atributos mentales
3- SABIDURÍA
Dios sabe como utilizar su conocimiento con perfecta habilidad.
Ya sabemos que nuestro Dios tiene todo conocimiento (omnisciencia) pero Él también sabe como utilizarlo. En palabras simples se pudiera decir así: “Dios siempre elige las mejores metas y los mejores medios para alcanzar esas metas”. Todas las decisiones tomadas por Dios son siempre las mejores y traerán los mejores resultados. En ocasiones no entenderemos el modo de obrar de Dios, pero debemos tener fe y confiar en su sabiduría a pesar de no comprender sus acciones.
Dios no necesita un consejero, su sabiduría es perfecta (Rm 11:33-34)
Debemos pedirle sabiduría al Señor (Pr 2:6-8; Stg 1:5)
4- VERDAD Y FIDELIDAD
Dios es la verdad (Ex 34:6: Sal 31:5). Sus palabras son verdaderas. Èl es fiel (Heb 10:23; 2 Ti 2:13) y cumple sus promesas (Nm 23:19)
Jesús se llamó a sí mismo “la verdad” (Juan 14:6), y al Espíritu se le conoce como “el Espíritu de verdad” (Juan 14:17; 1 Jn 5:6).
Al ser el Dios verdadero (Jer 10:10) , esto lo hace fiel para hacer todo lo que ha prometido, por lo tanto es digno de nuestra confianza. Debido a que Dios no miente (Heb 6:18) debemos imitarlo odiando la mentira y amando la verdad.
Atributos morales
5- SANTIDAD
Dios está apartado del pecado y es libre de corrupción.
Dios es Santo (Ex 15:11; Sal 99:9) y puede santificar al creyente si bien no totalmente como Él es perfectamente, porque solo Él es “santo, santo, santo” (Is 6:1-3)
Algo que debemos destacar con respecto a estos versículo que nos hablan de la visión de Isaías es lo siguiente: “En la medida que Isaías creció en el conocimiento del carácter de Dios, creció en el conocimiento de sí mismo»
O sea más me acerco a Dios, más me doy cuenta de mi condición. Mientras más me confronto con su nivel de santidad, más me percato de mi necesidad de Él y me humillo.
La santidad también hace referencia a la «pureza» de Dios. Él está separado del pecado, es totalmente limpio y radiante, sin mancha ni defecto, es irresistiblemente hermoso.
Como Èl es santo, nosotros también debemos ser santos. Ahora bien, los fariseos veían la santidad como “lo que uno no hace”. Lamentablemente, así es como muchas personas piensan acerca de la santidad. Pero cuando miramos la zarza ardiente de Éxodo 3:1-6, lo que hace que ese terreno sea sagrado es la presencia de Dios. Es que Él ha entablado una relación con su pueblo. Entonces, la santidad no se define primero por lo que hacemos o no hacemos, sino a quién pertenecemos. Es importante entender que en primer lugar somos santos porque Dios vive en nosotros y estamos dedicados a Èl.
Ahora, Dios también nos invita a imitarlo, perfeccionar y crecer en santidad (1 P 1:15-16; Col 3:12)
Fundamentalmente, procurar la santidad, lo cual hacemos porque el Espíritu Santo vive en nosotros, es cómo podemos revelar cada día que el cielo es nuestra esperanza, que vivimos para mejores deseos, porque tenemos un salvador y un Reino esperándonos (2 Co 7:1; Ef 2:19; 1 P 2:9) Es la consecuencia de “a quién pertenezco” y “para donde voy”.
Concluimos que somos santos en Cristo y al mismo tiempo estamos creciendo en la experiencia de la santidad (llamamos a este proceso: santificación)
6- JUSTICIA Y RECTITUD
Dios es justo, recto, incapaz de juzgar inapropiadamente (Dt 32:4; Sal 11:7; 1 Jn 1:9). Dios siempre tiene razón y siempre actúa de acuerdo con lo que es bueno, correcto y justo (sin favoritismos).
La rectitud de Dios la vemos desde los primeros capítulos de la Biblia. Un ejemplo de esto lo tenemos en Génesis 18:16-33 donde vemos que Dios condena y destruye las ciudades de Sodoma y Gomorra por su pecado pero sin embargo salva al justo Lot y sus dos hijas (2 P 2:7-8). Algo muy interesante es ver como antes de la destrucción de estas ciudades Abraham intercede por ellas y mire sus palabras:
Génesis 18:23-26
23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
Dios siempre va a salvar al justo. Este principio lo vemos también cuando Dios envió el diluvio sobre toda la tierra pero salvó a Noé y su familia (Gn 7:1; 2 P 2:5-7)
Esto una advertencia para nosotros y a la vez una invitación a permanecer en la justicia de la fe (Sal 125:5; Heb 10:38-39; Ez 33:12-13; Ez 33:18) Es verdad, Dios nos declara justos pero nosotros tenemos que seguir caminando en esa justicia sin apartarnos de ella. No nos confiemos, más bien cuidemos nuestra salvación con temor y temblor. Si una persona después de haber estado en la verdad, peca voluntaria y repetidamente pisoteando la sangre de Cristo, ya no hay nada más que hacer por ella,más bien como dice la Palabra le espera una horrenda expectación del Juicio (Heb 10:26-29; Heb 12:25).
La justicia y la rectitud son también nuestro consuelo y garantía de que las injusticias, pecados, males y crímenes brutales cometidos serán resueltos algún día (Rm 12:19; Heb 10:30-31).
7- IRA
Su ira es su rechazo absoluto contra el pecado, porque va contra su naturaleza y nos separa de Él. Dios no tiene una ira voluptuosa y emocional como nosotros.
Dios detesta el mal, el pecado, la injusticia, la mentira (Rm 1:18), todas las cosas que matan y destruyen. Él ciertamente juzgará al mundo algún día (Ef 5:5-6).
Jesús vino como un Salvador para los que estaban bajo la ira. Él fue el que recibió el castigo en lugar del pecador. Es importante saber que los que lo aceptan como su salvador están libres de la ira de Dios (Rm 5:8-9; 1 Ts 1:10; 1 Ts 5:9). Si estamos seguros en Cristo, ya no estamos esperando que la ira de Dios caiga sobre nosotros.
Si los hombres desean evitar la ira de Dios, deben arrepentirse y confiar en el que llevó la ira de Dios en el monte Calvario. Sin embargo, los que rechazan a Jesús, que es la provisión de Dios para el perdón y salvación deberán enfrentar la ira de Dios, un juicio mucho más grande que el que se ha visto nunca. Esta es la ira de la cual habla el Libro del Apocalipsis (Jn 3:36; Ap 6:15-17)
Conocer esto debe ser una motivación para evangelizar, advertir a los perdidos de la inminente ira de Dios e instarlos a reconciliarse y ser salvos.
8- MISERICORDIA Y PACIENCIA
Dios tiene compasión, es benevolente (Jl 2:13; 2 Co 1:3)
La palabra misericordia significa: tener compasión por los sufrimientos y miserias de otras personas y ofrecerles ayuda. Es «sentir con las entrañas» desde lo más profundo. Sentir empatía, o sea tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Dios siente compasión por la carencia y necesidad extrema de Él que tienen los seres humanos. La compasión está ligada íntimamente con la demostración del amor.
Dios es paciente. Él no aniquila, destruye, ni juzga inmediatamente como tiene el derecho de hacer, si no que pacientemente le da a todos la oportunidad de arrepentirse y salvarse (1 P 3:20; 2 P 3:9; 2 P 3:15)
Debemos imitar a Dios y mostrar misericordia como Él lo hace (Lc 6:35-36; Col 3:12)
9- BONDAD
Dios es bueno, Él siempre hace lo mejor y es la fuente de todo lo bueno (Stg 1:17; Sal 107:1).
Él se preocupa por su creación y también demuestra su bondad y gracia hacia los que no lo merecen (Mt 5:45).
Si Dios desea lo mejor para nuestras vidas, entonces podemos descansar y confiar totalmente en Él. Debemos saber que Él nos da solo lo que es bueno y no hay ningún propósito que Él tenga para con nosotros que no lo sea (Rm 8:28; Jer 29:11)
10- AMOR
Dios ama y también es amor (1 Jn 4:8). Su amor no es influenciado por nosotros. Es eterno, atrayente, dador, soberano.
Nuestra existencia misma se debe a su amor. Fuimos amados antes de ser creados (Ef 1:4-5). Su amor es eterno (Jer 31:3)
Hay que aclarar que el amor de Dios no es sentimental, ni lo debemos asociar con una debilidad amable o un sentimiento enfermizo moldeado de acuerdo a la emoción humana. El amor de Dios se refiere a cómo Él busca el bien de sus criaturas. Su amor es abnegado (renuncia a sí mismo por el beneficio de otros) y abarca a toda la humanidad pecadora (Jn 3:16; Rm 5:8). Es sacrificial, dador, entregado. La principal manifestación de ese amor la demuestra al enviar a su único Hijo Jesucristo a morir por los pecadores (1 Jn 4:10).
Nuestro amor, proviene de su amor (1 Jn 4:19; Rm 5:5). Su amor es el estándar que se espera que nosotros demostremos en nuestras vidas como cristianos. Él nos invita a amar como Él nos ha amado (Jn 13:34-35). La Biblia nos dice que el amor por los demás es una evidencia de una fe verdadera en Cristo y la ausencia de amor indica una fe falsa (1 Jn 2:9-10; 1 Jn 3:14-16; 1 Jn 4:20-21)
Atributos de propósito
Libertad (Ef 1:11-12)
Voluntad (Ap 4:11)
Otros
Belleza (Sal 27:4)
Bienaventuranza (Stg 1:17)
Gloria (Ap 21:23)
Perfección (2 S 22:31)
Ver resumen de todos los atributos en el siguiente pdf:
Muy claro y bien explicado el conocimiento de Dios con ayuda de los textos bíblicos. Nos ayudó mucho al conocimiento de nuestro creador. Quisiera todo aprenderlo de memoria.