Lucas 2:13-14
13 Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:
14 «¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!»
Amado amigo, hermano Dios te bendiga. En el día de hoy quiero hablar contigo del acontecimiento más importante que pueda haber ocurrido en esta humanidad y es: EL NACIMIENTO DE CRISTO JESÚS. Realmente el Señor me ha ministrado en un modo tan hermoso con esta palabra, que se me hace difícil hasta escribir.
Más allá de la fecha en la cual se celebre la Natividad o nacimiento del Rey, que de hecho no hay evidencia histórica de que haya sido en Diciembre, pero más allá de eso me da un enorme placer que al menos un día en el año las personas, lo seres humanos de esta tierra hagan memoria y recuerden que un día vino su Salvador, si… SU SALVADOR!
Quiero de inmediato ir a la palabra. Como bien todos sabemos un ángel había aparecido a María para decirle que el Mesías tan prometido y anhelado desde tiempos antiguos habría de ser concebido en su vientre y que esto sería posible solo gracias a la obra del Espíritu Santo, y ya aquí me detengo un momentico. Mire hermanos, que cosa más hermosa ver al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo trabajando simultáneamente y en un modo específico para nosotros, si.. nosotros… seres humanos no merecedores de su gracia, de su amor y de su misericordia, seres humanos malagradecidos, egoístas..y aquí está el verdadero AMOR, el verdadero REGALO y la verdadera GRACIA y es que El nos amó primero!!!
Después de que el hombre pecó y esta barrera nos alejó de su amor, amistad e intimidad, El Padre creó un plan de redención, luego vemos al Espíritu Santo en la concepción y finalmente llegó el momento del Hijo de venir a esta tierra, de dejar su gloria y majestad y que el Rey de reyes y Señor de señores se despojara de todo para tomar forma de siervo, para hacerse semejante a los hombres, para identificarse con nuestras miserias y convertirse en el autor de nuestra salvación, mira lo que dice la palabra con respecto a esto:
Hebreos 10:5-7
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice:
«Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas me diste un cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: “He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí.”»
¿Viste lo que dijo? ¡He aquí vengo! El se ofreció voluntariamente, nadie lo obligó a hacerlo, si no que lo hizo en su infinito y eterno amor por nosotros, era inevitable que viendo nuestra necesidad El no hiciera nada para socorrernos y es que también dice la palabra:
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡De tal manera amado amigo!… en un modo tan grande que si Dios solamente por un segundo te hiciera sentir una milésima parte de la magnitud de su amor tu corazón humano explotaría en miles de pedazos y no lo pudiera soportar.
Todo esto es hermoso pero en lo que me quiero centrar en esta ocasión es en ese pasaje bíblico que leíste al inicio el cual hace referencia a la actitud más preciosa, la cual fluye en un modo inevitable después de semejante regalo y es: LA ADORACIÓN.
Dice la palabra de Dios que después que María dio a luz a Jesús y lo puso en un humilde pesebre, habían en Belén unos pastores que estaban cuidando en aquella hora a sus rebaños y que de repente los rodeó un resplandor y un ángel del Señor les dijo:
Lucas 2:10-14 (NVI)
10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 11 Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.
12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
13 De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
14 «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad»
Quiero que te imagines la escena: Cristo entrando a este mundo en la forma más frágil y humilde que podía venir como un bebé recién nacido. Aquel que un día estaba sentado en su trono con millones y millones de ángeles adorándolo y sirviéndolo delante de El ahora había descendido por debajo de los ángeles poniéndose a la altura de los seres humanos. El dueño y creador de la tierra acostado en un humilde pesebre y ¿dígame usted si esto no merece adoración y alabanza? Yo me imagino el asombro de los ángeles mirando esta tremenda escena de humildad, pero a la vez la alegría pues era un enorme momento de felicidad para el Padre ¡finalmente estaba comenzando su plan de salvación!
Es por eso que las huestes celestiales en otras palabras estaban diciendo: ¡Dénle gloria a Dios en las alturas! sii.. pongan su mirada hacia arriba, levanten sus manos y llenen sus labios y corazones de adoración pues esta noticia que les hemos traído merece alabanza, gozo pues es la MÁXIMA ESPRESIÓN DEL AMOR DE DIOS!
Además de eso no solo debían dar una alabanza así simple..en voz baja.. nooo tenía que ser una alabanza y adoración que llegara a los cielos de los cielos, al lugar más alto, hacia la misma presencia de Dios, allá en las alturas!
Que la escucharan los otros ángeles en el cielo, que la escuchara el Padre pues no fue a los ángeles a los cuales les fue hecho este gran FAVOR, fue a nosotros los seres humanos, fue por nosotros que Jesús descendió.
Algo también hermoso es que añadieron: «en la tierra paz» ¿Sabes porqué? Porque esta humanidad desde que pecó contra Dios separándose de El nunca más había sentido paz, tenían sus conciencias llenas de pecado y sus corazones sucios pero ahora había llegado el Príncipe de paz, aquel que iba a perdonar y limpiar todos sus pecados regalándoles ese don tan importante que es la reconciliación de nuevo con Dios.
Por último dijeron: «buena voluntad para con los hombres» Amado amigo la voluntad de Dios sigue siendo la misma hasta el día de hoy y es la siguiente:
Juan 6:40
40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
El tiempo ha pasado pero esa sigue siendo la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios, que tu creas en su Hijo, que lo reconozcas como tu personal Salvador, aceptando el sacrificio que hizo en la cruz y dejándolo entrar para siempre en tu corazón!!! Si deseas hacer esta oración de fe, aceptar este enorme regalo y ser salvo lee la siguiente oración que encontrarás en este link (Oración de fe)
Mi deseo en estos días es que puedas disfrutar en un modo sano con tus familiares, que disfrutes también de un poco de tranquilidad y descanso.. pero sobre que tu atención y admiración estén dirigidas hacia aquel que la merece y que puedas recordar con un profundo reconocimiento y agradecimiento el más significativo gesto de amor de Dios que es la llegada de nuestro único y precioso SALVADOR JESUCRISTO!!! Que no solo se limite a una fecha si no que Jesús nazca en tu corazón todos los días de tu vida!
Te invito a arrodillarte allí donde te encuentras y que brote de tu corazón un río de adoración y un enorme ¡Gloria a Dios en las alturas! En lo alto.. allá en lo alto y aquí en la tierra ¡GLORIA! ¡GLORIA! ¡GLORIA! A NUESTRO SALVADOR!!!!
¡Que el Señor te bendiga!
Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
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