Romanos 8:18
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Dios les bendiga a todos. Quiero comenzar contándoles que hace algunos días me desperté intranquila, agitada y la verdad es que quizás hubiera tenido un día terrible si Dios no me hubiera ministrado a través de las siguientes palabras: Estoy bien, tengo paz, gloria a Dios.
Esa frase forma parte de un hermoso himno cristiano que conozco hace mucho tiempo y en el día de hoy quiero compartirles la extraordinaria y a la vez conmovedora historia detrás de él, esperando que ministre la misma paz y seguridad que ministró a mi vida. El título original de este himno en inglés es: “It is well with my soul” pero en español lo conocemos como: “Estoy bien con mi Dios” o “Alcancé salvación” compuesto por Horatio Spafford, veamos su historia.
Horatio, fue un destacado abogado estadounidense y anciano de la iglesia presbiteriana. Este himno fue escrito después de varios acontecimientos traumáticos en su vida. El primero fue la muerte de su hijo de 4 años por fiebre escarlata en 1871, seguido de una mala operación financiera que evaporó una fuerte suma de dinero que había invertido. Meses más tarde, gran parte de sus bienes personales fueron consumidos por el Gran Incendio de Chicago de 1871 que lo dejó al borde de la quiebra.
Dos años más tarde en 1873, Spafford decidió que él y su familia debían tomarse unas vacaciones en algún lugar de Europa, y eligió Inglaterra sabiendo que su amigo D.L. Moody predicaría allí en Otoño. Tenían que viajar todos juntos, pero a último momento decidió enviar a su esposa con sus cuatro hijas: Anna «Annie» de once años, Margaret Lee «Maggie» de nueve años, Elizabeth «Bessie» de cinco años y Tanetta de dos años, mientras él se demoró en negocios relacionados con la solución a los problemas ocasionados por el gran incendio.
Durante la travesía del Atlántico, el barco SS Ville du Havre fue embestido por el buque inglés Lorchean y se hundió en apenas 12 minutos. Gran parte de los pasajeros y la tripulación del barco no pudieron salir del mismo y se ahogaron en las aguas del océano. Entre las víctimas fatales estaban las cuatro hijas de Spafford. Solo su esposa Anna logró sobrevivir y al llegar a Inglaterra le envió un telegrama que comenzaba diciendo: «Saved alone» (única salva).
Spafford tomó el primer barco y viajó a encontrarse con ella. Durante el viaje atravesó el sitio exacto donde se había hundido el SS Ville du Havre y el capitán le indicó donde se hallaba el infortunado buque. Al darse cuenta que allí era donde estaban sus hijas, Spafford sintió que Dios lo consolaba y con la imagen de la tragedia en su mente desde una perspectiva íntima, en forma de oración, escribió los versos que componen este precioso himno que ha llegado a ser de consuelo para muchos creyentes como él, atribulados en “un mar de aflicción” leamos:
De paz inundada mi senda ya esté
O cúbrala un mar de aflicción,
Cualquiera que sea mi suerte, diré:
Estoy bien, tengo paz, ¡Gloria a Dios!.
Coro:
Estoy bien,
¡Gloria a Dios!,
tengo paz en mi ser,
¡Gloria a Dios!.
Ya venga la prueba o me tiente Satán,
No menguan mi fe ni mi amor;
Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán,
Y su sangre obrará en mi favor.
Feliz yo me siento al saber que Jesús
Libróme de yugo opresor;
Quitó mi pecado, clavólo en la cruz:
Gloria demos al buen Salvador.
La fe tornaráse en feliz realidad
Al irse la niebla veloz;
Desciende Jesús con su gran majestad,
¡Aleluya, estoy bien con mi Dios!.
En la primera estrofa Spafford expresa como en los momentos de calma o aún en medio del más atróz dolor en su vida, de igual modo Cristo es su consuelo, fundamento y esperanza. Podemos ver como se aferra a El para fortalecerse y recibir esa paz que como dice la Biblia “sobrepasa todo entendimiento” (Flp 4:7)
En la segunda estrofa nos lleva a un nivel espiritual, enseñándonos como en medio de las tentaciones o pruebas Cristo es su victoria, quien lo sostiene de la mano, intercediendo y protegiéndolo del enemigo. El declara su total estado de impotencia, insuficiencia, debilidad y de consecuencia su grande dependencia y necesidad del Señor, abrazando la justicia y el perdón recibido gracias a su sangre. (1 Co 10:13)
En la tercera estrofa del himno, se puede ver la grandiosa obra redentora de Cristo en su lugar. El se maravilla de que todo su pecado haya sido perdonado, olvidado, destruido. ¡Este es un motivo más que suficiente para a pesar de todo regocijarse en su Dios! (Col 2:14; Heb 9:13-14; Ro 3:22; Ro 5:9)
En la cuarta estrofa Spafford expresa cuanto anhela el regreso de su salvador. Esa bienaventurada esperanza que tenemos como creyentes. Ese día glorioso en el cual finalmente veremos cara a cara a nuestro amado, deseado, autor y objeto de nuestra fe: Jesucristo. (1 Co 13:12; Hch 1:11; 1 Jn 2:28; Jn14:1-3; Ap 1:8; Ap 22:20)
Amado hermano o amigo que estás leyendo, quiero decirte que yo se perfectamente lo que se siente perder a un ser querido pues recientemente perdí a mi abuelita, que era como una segunda madre para mi. Inicialmente se siente un dolor terrible, incredulidad ante la pérdida, ganas de gritar, enojo, un vacío que deja el hecho de saber que no contarás más con esa importante figura en tu vida. Pero, a pesar de todo eso, como cristiana, también puedo decirte que en medio de mi dolor, en medio de la cruda realidad de la muerte, pude experimentar la consolación de Dios y la paz que da el Espíritu Santo. Es como si en esos horribles momentos Dios sostuviera con fuerza tu corazón para que no se quiebre y pusiera un manto especial sobre tu vida. ¿Sábes algo? Aun en medio del entierro el Señor me fortaleció y pude leer palabras de esperanza acerca de la resurrección, léelos (Jn 6:39-40; 1 Co 15:54-58). Dios le da una perspectiva diferente a la muerte, pues aquello que parece un triste final en realidad es un glorioso comienzo.
También me ayudó mucho este versículo:
Isaías 40:8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
El ser humano es tan frágil y vulnerable como una flor, que en la mañana está pero quizás en la tarde se marchita. Sin embargo la palabra de Dios o sea sus inconmovibles promesas permanecen para siempre. Su verdad acerca del perdón, la salvación y la vida eterna es firme, segura e inalterable eternamente.
Quizás hoy tu no estés enfrentando la muerte de un ser querido pero quiero que sepas que cualquiera que sea la situación que estés pasando, en cada una de ellas ya Cristo conquistó la victoria y la tiene disponible para ti. No permitas que se endurezca tu corazón ni interpretes el amor de Dios por tus circunstancias. ¡Interprétalo a través de la cruz!
Yo te invito en el día de hoy a armarte de una mentalidad de vencedor no de víctima, que te levantes y que aún en medio de tu problema, dolor o circunstancia puedas susurrarle a tu alma que el mayor vencedor de todos está contigo y con El todo es posible. Pero no solo eso, te invito a que abras tu boca y expreses fuertemente tu fe diciendo esas maravillosas palabras: TODO ESTÁ BIEN, TODO ESTÁ BIEN CON MI ALMA. ¿Sábes porqué? PORQUE CRISTO ES EL PASTOR DE TU ALMA.
Recibe fortaleza y que el amor puro de Dios y su consolación sobreabunden en tu vida. En el nombre de Jesús. Amén. Dios te bendiga.
Hundimiento de Ville du Havre«El jueves pasado pasamos por el lugar donde bajó en medio del océano, el agua a tres millas de profundidad. Pero no pienso en nuestros seres queridos allí. Están seguros, plegados, queridos corderos, y allí, después de un largo tiempo, también lo estaremos. Mientras tanto, gracias a Dios, tenemos la oportunidad de servirle y alabarlo por su amor y misericordia para con nosotros y los nuestros. Lo alabaré mientras tenga mi ser. Déjalo todo y síguelo. «
(Horatio Spafford 1873)
2/21 Reconfortante …Estoy bien! Gloria a Dios, tengo paz en mi ser!!!! Gloria a Dios!
Dios te bendiga Lisi!
Amen Thairy! Dios te bendiga más un abrazo!
He leído mucho de del motivo por el cuál el autor fue inspirado a escribir este himno «Estoy bien con mi Dios», pero la verdad es que aquí se me ha presentado el transfondo por completo. Tenía entendido, que fue por el hundimiento del barco donde iban sus hijas, pero había más tragedia involucrada. Leyendo y viendo fotografías el himno se me hizo tan real.
Muchas gracias por el tiempo que tomaron para publicarlo.
Dios les bendiga grandemente
Es un placer! Dios te bendiga grandemente!!!
TODO ESTÁ BIEN, TODO ESTÁ BIEN CON MI ALMA. PORQUE CRISTO ES MI REFUGIO
EL es mi paz, Mi alma se estremese al escuchar este Hermoso Himno. Y asi es Reconfortante. ESTOY BIEN. GLORIA DIOS, TENGO PAZ EN MI SER, GLORIA DIOS.